THE RAPTURE. Barcelona, 22-11-2011.



Irreverencia sin poderes.

Luke Jenner es un tipo fotogénico. Es un angelito, un querubín de rizos rubios y cara de chico bueno. Se me ocurría, mientras le fotografiaba anoche en Razzmatazz, que el cantante de The Rapture bien podría interpretar a Nathan Young, ahora que Robert Sheenan ha abandonado la serie Misfits; encajaría a la perfección en el papel del desvergonzado protagonista. Porque el descaro resulta más impactante y atractivo cuanto menos te lo esperes. Alguien acertó de lleno al elegir Echoes como opening theme de la serie británica, pues ha convertido en indisociables dos fenómenos culturales, alejados en su origen, pero que sin embargo están unidos por un mismo mensaje implícito: que es divertido, a veces, ser un poquito malo. Parecían predestinados a encontrarse.

La suerte es que esta banda neoyorquina ha tenido más entregas hasta ahora que Misfits. De hecho, después de dar el pelotazo en 2003 con el Echoes, y tras un parón de casi 5 años desde su último trabajo, han vuelto en 2011 con más ímpetu y arrojo que nunca. In The Grace Of Your Love se aleja un poco del dance-punk que practicaban en sus inicios, estilo del que además  se supone que fueron creadores. Pero tal vez por eso mismo ellos, más que nadie, han podido reconducir su sonido hacia lugares más bailables aún, sin que por eso hayan defraudado a nadie. El sello de The Rapture sigue intacto; brillante y eternamente personalizado en la figura y la pose de Luke Jenner, el portaestandarte perfecto de la irreverencia.

Anoche en Barcelona demostraron que están en forma, que conectan con la gente. Saben lo que  queremos de ellos, y nos lo dan con creces. Por momentos, mirar al público era observar la mezcla perfecta entre un concierto convencional de rock y un garito de noche, debido sobre todo a un setlist muy bien preparado que permitió a la banda mostrar  todas sus facetas.  Reservaron los hits para los cuatro momentos cruciales (apertura, falso final, bis inicial y final), y In The Grace Of Your Love, Echoes, Children y How Deep Is Your Love? lograron ponerlo todo patas arriba. Pero además, a mitad de concierto, integraron a la perfección lo que podríamos llamar mini-sesión de post-punk revival bailable, enlazando sin parar House Of Jealous Lover, Olio y Come Back To Me; momento en que también entendimos el peso que Gabriel Adruzzi tiene en esta banda. Además, el saxofonista, después de tocar el teclado y una percusión de bolsillo, protagonizó también el final con un solo de escándalo, efusivamente aplaudido.

A través del repaso que hicieron de sus tres Cds pudimos desentrañar el secreto de esta extraña unión musical. Apoyadas en bases electrónicas de teclado y batería, las melodías de Jenner resultaban sinceras y hasta inocentes, en apariencia, mientras no se desatara la insolencia. Casi siempre sobresaliendo del plano la guitarrita cruda que toca con los dedos finos, y esa maravillosa voz de puedo pero no quiero que entona y empuña sin darle importancia alguna. Y aunque tengan un gran abanico de recursos estilísticos, con elementos que van del funky al garaje (incluso al krautrock), la tendencia era darle a su música cada vez más ese aspecto de electropop que tan bien ejecutan en Sail Away. Aunque tal vez solo sea que The Rapture es un grupo de constante in-crescendo. Desde luego, hay quien ha nacido para animar al personal, y Luke Jenner es uno de ellos.


Fotos de Pablo Luna Chao.

También disponible en My Feet In Flames.