LO MEJOR DE 2010



Cloud Nothing - The Soft Pack - Ariel Pink's Haunted Graffiti - Triángulo De Amor Bizarro - Deerhunter - Wavves - Best Coast - Blonde Redhead - The Tallest Man On The Earth - Lower Dens - Surfer Blood - The Bavarian Druglords - Band Of Horses - Tokyo Police Club - Wild Nothing - Broken Bells - Beach House - Maika Makovski - Warpaint - The National - The Besnard Lakes - Tired Pony - Bear In Heaven - The Morning Benders - Arcade Fire - Tame Impala - Massive Attack - Hidden Orchestra - Grinderman - Titus Andronicus - Hola A Todo El Mundo - Klaxons - LCD Soundsystem - Kings Of Leon - Interpol - Vampire Weekend - Caribou - Hot Chip - Twin Shadow - Four Tet - The Walkmen - Crystal Castles - Delorean - Broken Social Scene - Of Montreal - These New Puritans - Broken Social Scene - Of Montreal -




Lo mejor de 2010Hace pocos días el Congreso de los Diputados rechazó la nueva Ley de Economía Sostenible, que incluye la reformulación y el reajuste de los derechos de propiedad intelectual, la conocida como Ley Sinde, que pretende reconstituir el entramado de derechos que regulan la propiedad y el uso de los productos culturales tras la revolución y la no tan caótica anarquía que ha provocado la llegada de internet al negocio del arte audiovisual. Desde esta plataforma de comunicación cultural, hasta ahora, no nos hemos pronunciado abiertamente en contra ni a favor de dicha Ley, no hemos hecho apología de la libre descarga, ni apoyamos ni fomentamos el cyber–terrorismo o la plena eliminación de los derechos de propiedad de cualquier tipo. No obstante, y como la inmensa mayoría de las personas de nuestra generación, caeríamos en un imperdonable cinismo si no diéramos eternamente las gracias a esta década de inmensa libertad que ahora termina, a estos años de agigantados pasos hacia la democratización del arte y la información; seríamos cínicos si no admitiéramos que algo que a priori es ilegal nos ha proporcionado un mucho mayor bagaje cultural.

El libre acceso al material cultural beneficia a todo el mundo, evidentemente, menos a los que, como hasta ahora, ganaban dinero en base a un papel de intermediación entre artista y público. Es lógico pensar, por lo tanto, que al aparecer un mecanismo que hace prescindibles todas esas fases de intermediación, un mecanismo que permite al artista colocar su obra al alcance del espectador sin necesidad de nadie más, el negocio se transforme. Distribuidores, promotores y publicistas se convierten en innecesarios gracias a internet. Pensemos en ello como una especia de nuevo sistema de mercado que, como el sistema económico mundial, se rige por sus propias dinámicas, por sus propias leyes de oferta y demanda, un sistema que se auto-perpetúa y auto-gestiona en base a las actitudes de consumo.

Dejando al margen cine y televisión, para quienes valen otro tipo de discursos, y en contra de lo que pueda pensarse o decirse, la salud de la música independiente es, hoy por hoy, excelente, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Ni la crisis económica ni el libre acceso al material producido han provocado que los artistas dejaran de nacer, ni que abandonen sus carreras, y ni siquiera que se vendan y compren menos Cds. Lo que ha provocado, en todo caso, es que se produzca mejor: con más calidad o apostando por sonidos más arriesgados y particulares. Lo que ha provocado, a largo plazo, es que el público sea más exigente, que no trague cualquier mierda promocionada hasta la saciedad, que no viva bajo la dictadura de las distribuidoras, que no sean ellas las que elijan qué se escucha en cada país, en cada ciudad. Ha provocado que todos hayamos accedido a los Beatles, a Pink Floyd, a la Velvet, a Neil Young, a Carlos Gardel, Lehonard Cohen, a la música de cualquier momento y de cualquier lugar. Internet ha hecho posible que el público español se pusiera al día. Nos ha hecho más cultos, musicalmente hablando. Desde aquí me gustaría plantear el debate: Ley Sinde de propiedad intelectual frente a las positivas consecuencias del libre acceso de la ciudadanía de un Estado al material cultural.

Enriquecimiento intelectual frente a la defensa de la propiedad. Y a un nivel más práctico: ¿El nuevo sistema de distribución musical (llamémosle internet) ha provocado el descarado aumento de eventos al que asistimos en nuestro país? ¿Hay más conciertos y giras que pasen por nuestro país ahora que hace 15 años? Y de ser así, y al margen de la subida de renta per cápita evidente: ¿Está esto directamente relacionado con la clara elevación del nivel del espectador medio español, con el mayor bagaje y preparación musical del público nacional? El redactor de este artículo cree firmemente en ello. Y, por supuesto, ese mayor bagaje se traduce también en una mayor calidad de las formaciones españolas, con mejores y mucho más variadas influencias.

Swim, de CaribouNo es que el negocio de la música esté cambiando, es que ya ha cambiado. Al margen de la pugna jurídica sobre los derechos de autor, sería estúpido pensar que internet, que ha alterado toda forma de vida humana, no vaya a transformar también un fenómeno de masas como es el musical. Los nuevos grupos, en lugar de esperar la llamada de la despótica empresa discográfica, pueden producir y colgar su música, y llegar en relativamente poco tiempo a llenar salas prestigiosas. Por lo general, y por raro que parezca, ahora el público accede antes a los grupos, y los grupos tienen mucha mayor y más rápida proyección. Así es como los mejores grupos de 2010 pasarán por los festivales españoles de primavera – verano de 2011. El Festival de Benicàssim y el Primavera Sound son ya citas obligadas en la gira de los más importantes grupos del momento. Lo mejor de la música independiente, y no tan independiente, se suelen reunir en la primavera barcelonesa y el verano, plagado de guiris, de la costa levantina. Ambos van sacando a la luz, poco a poco, confirmaciones y demás ases en las mangas, peleando cual celosas novias por un mismo hombre, con lo que se plantean dos eventos de proporciones bíblicas. Para que no nos pillen poco preparados, hemos preparado una lista con los mejores lanzamientos de 2010, como base de recomendación para los dos eventos más importantes (junto al Sónar) de 2011 a nivel musical.

Los más grandes, en general, defraudaron:

Exceptuando The Suburbs, de Arcade Fire, para algunos el mejor disco del año, o el Brother de The Black Keys, el resto de los esperadísimos lanzamientos de bandas ya reputadas no han colmado las expectativas de público y crítica: Cds como el 4º de Interpol, Heligoland, el 5º de Massive Attack o Come Around Sundown de Kings of Leon han decepcionado a muchos, por una clara pérdida de vitalidad, y por el paultino abandono de un sonido característico y lleno de energía. Por otro, álbumes como This is Happening, de LCD Soundsystem, o High Violet de The National, aunque no sean los mejores trabajos, ni de uno ni de otro grupo, han estado a la altura de sus impecables carreras.

El salón de la fama eleva su aforo:

Maika, de Maika MakovskiLas buenas noticias empezaron, fundamentalmente, con bandas que definitivamente se han reivindicado: Beach House con su Teen Dream, Deerhunter con el aclamadísimo Halcyon Digest, Vampire Weekend con Contra, Caribou con Swim, el trío italo-japonés Blonde Redhead con Penny Sparkle, Yeasayer con su Odd Blood o el joven Matsson, The Tellest Man On The Earth con su The Wild Hunt, han dejado de ser promesas para convertirse en firmes realidades. En grupos de primera línea de cartel. Por otro lado, en el panorama nacional, grupos como Delorean, con su Subiza, Triángulo de Amor Bizarro, con Año Santo, El Guincho con Pop Negro, Standstill con Adelante Bonaparte, Havalina con Las Hojas Secas y, sobre todo, Maika Makovski, se han convertido en la vanguardia de la música contemporánea nacional. Y nacimientos como el de DePedro u Hola A Todo El Mundo hacen que seamos optimistas de cara al futuro panorama español.

Las estrellas de la década que viene:Big Echo, de The Morning Benders

2010 ha sido un gran año, musicalmente hablando, sobre todo por el masivo nacimiento de bandas nuevas, de jóvenes formaciones que más allá de la crisis y cabalgando la nueva ola tecnológica, han irrumpido con fuerza, con excelentes álbumes de debut que auguran brillantes futuros. Ha sido un año donde muchos primeros discos se han posicionado entre los 20 o 30 mejores de las más prestigiosas listas (Rolling Stone, AllMusic, Mondo Sonoro, Pitchfork). Y eso es buenísimo. Desde el indie electrónico de Twin Shadow, Broken Bells o Bear in Heaven al pop-rock de tendencia más postrockera de Wild Hothing, The Drums, Cloud Nothing o The Morning Benders, pasando por un amplísimo abanico de sonidos, tan evocadores como personales, de bandas como Surfer Blood, Tame Impala, Warpaint, The Bavarian Druglords, Lower Dens, o Beast Coast, todo el panorama de la música independiente se ha refrescado con la aportación de estas nuevas formaciones. Proyectos como Hidden Orchestra, Ariel Pink’s Haunted Graffiti han destacado por genialidad y originalidad, y nuevos supergrupos como Tired Pony o Grinderman han tenido críticas dispares, con evidente mejor acogida de la banda de Nick Cave.


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Los 50 de 2010:

- THE TALLEST MAN ON THE EARTH. The Wild Hunt
- GRINDERMAN. Grinderman 2
- BEACH HOUSE. Teen Dream
- KLAXONS. Surfing The Void
- THE BLACK KEYS. Brothers
- BROKEN BELLS. Broken Bells
- KINGS OF LEON. Come Around Sundown
- BEST COAST. Crazy For You
- WAVVES. Kings Of The Beach
- SURFER BLOOD. Astro Coast
- ARCADE FIRE. The Suburbs
- VAMPIRE WEEKEND. Contra
- MAIKA MAKOVSKI. Maika Makovski
- ARIEL PINK’S HAUNTED GRAFFITI. Before Today
- LOWER DENS. Twin-Hand Movement
- DELOREAN. Subiza
- WILD NOTHING. Gemini
- CARIBOU. Swim
- BLONDE REDHEAD. Penny Sparkle
- HOLA A TODO EL MUNDO. Hola A Todo El Mundo
- INTERPOL. Interpol
- THE DRUMS. The Drums
- TAME IMPALA. Innespeacker
- TWO DOOR CINEMA CLUB. Tourist History
- MASSIVE ATTACK. Heligoland
- TIRED PONY. The Place We Ran From
- DEERHUNTER. Halcyon Digest
- THE MORNING BENDERS. Big Echo
- CRYSTAL CASTLES. Crystal Castles 2
- THE SOFT PACK. The Soft Pack
- BEAR IN HEAVEN. Beast Rest Forth Mounth
- EL GUINCHO. Pop Negro
- THESE NEW PURITANS. Hidden
- FOUR TET. There Is Love In You
- TWIN SHADOW. Forget
- THE BAVARIAN DRUGLORDS. 229
- CLOUD NOTHING. Turning On
- HOT CHIP. One Life Stand
- TOKYO POLICE CLUB. Champ
- THE NATIONAL. High Violet
- WARPAINT. The Fool
- HIDDEN ORCHESTRA. Night Walks
- TRIÁNGULO DE AMOR BIZARRO. Año Santo
- LCD SOUNDSYSTEM. This Is Happening
- THE BESNARD LAKES. The Besnard Lakes Are The Roaring Nights
- TITUS ANDRONICUS. The Monitor
- THE WALKMEN. Lisbon
- BROKEN SOCIAL SCENE. Forgiveness Rock Record
- OF MONTREAL. False Priest

WARPAINT



2010 ha sido, musicalmente hablando, un gran año, un excelente año. Lo empezábamos con la espera de grandes y ansiados regresos: Massive Attack, Interpol, Arcade Fire, Kings of Leon...casi nada. Pero al final no han sido lo mejor del año: muchos de los grupos ya asentados en el exito no han aportado gran cosa a sus carreras. Por el contrario, hemos asistido a la definitiva consagración de bandas jóvenes y viejas promesas como Beach House, Deerhunter, Vampire Weekend o Blonde Redhead, y al nacimiento de nuevas revelaciones, a la aparición de álbumes de debut fascinantes que nos hablan de la buenísima salud de la música independiente. Surfer Blood, Tame Impala, Wild Nothing, Beast Coast, The Morning Benders, Cloud Nothing o Warpaint son solo algunos de los grupos que, con toda seguridad, darán mucho de qué hablar a partir de ahora.

Probablemente no debería sorprenderme el hecho de que en California, últimamente, se esté haciendo muy buena y muy variada música indie, no en vano es el Estado más rico y progresista (según en qué cosas, claro) de EEUU, la 6ª potencia económica del mundo si fuera un país independiente. The Soft Pack, The Mornig Benders, Beast Coast, Broken Bells, o los ya veteranos Wavves, The Album Leaf o Tristeza (proyectos paralelos de Jimmy La Valle) son una muestra, en este caso, del buen nivel de los artistas jóvenes californianos, aunque generalmente los sellos no tengan sede allí. Warpaint es un buen ejemplo de todo esto. Una maravillosa sorpresa del 2010.


THE FOOL es un debut sobrado de elegancia. Es como la aparición de una Grace Kelly cualquiera, jovencita e inédita, en una deslumbrante cena de gala, dando sus primeros y atractivos pasos, inocentes y seductores, sobre una aterciopelada alfrombra de intenso rojo. Warpaint es un grupo compuesto solo por mujeres: Emily Kokal lidera el grupo, toca la guitarra y canta, Theresa Wayman es guitarrista y vocalista, y Jenny Lee Lindberg toca el bajo. En un principio, la hermana de Jenny Lee, la actriz Shannyn Sossamon, tocaba la batería, y con esta composición ellas mismas grabaron el EP Exquisite Corpse, en 2008, atrayendo la atención del mismísimo John Frusciante. Se reeditó al año siguiente, con su mezcla, con la colaboración del nuevo guitarrista de Red Hot Chili Peppers, y con la distribución del joven sello local Manimal Vinyl, y fue un exito. Entonces es cuando Shannyn deja la banda, y en su lugar se incorpora la baterista (y teclista) Stella Mozgawa, cuando firman un contrato con Rough Trade Records, y cuando el grupo arranca definitivamente.


THE FOOL es una de las mejores noticias del 2010, al menos para mi gusto. La voz sedosa de Emily Kokal, la pausada y armónica progresión de la composición, la elegancia de un ritmo con perfecto acabo, precisa expresividad y un delicioso y sutil aroma a trip-hop; pero también el leve trasfondo electrónico, la calidez de las texturas que crean las cuerdas, la entonación tensionada y un tanto siniestra, o esa desnudez y fragilidad tan abiertamente manifestadas que conectan con el dream pop y el space rock, son algunos de los elementos que hacen de Warpaint una banda con futuro. Es un sonido con mucha personalidad, pero a la vez deja claras unas influencias que pueden ir desde Cocteau Twins a Radiohead, desde Mazzy Star o Cat Power hasta Air, pasando por Husky Rescue, Blonde Redhead o Beach House, sin ir más lejos. Pero es, sobre todo, herencia directa del Third de Portishead.

No sé si es porque últimamente me domina la testosterona acumulada, pero este otoño no he parado de escuchar grupos con voces femeninas. Se acabó mi fantasiosa monogamia con Beth Gibbons; ahora tengo otro sueño mitológico: busco oposiciones para muso de artistas de rock.

OMEGA (Morente y Lagartija Nick)



Traductor de lo inmaterial.

Hoy te has marchado, Enrique, y contigo se ha ido el puro cante jondo, el infinito quiebro de tu voz, la interminable noche que tú me cantaste, y todas las estrellas del firmamento. Te has llevado ese alma tan amplia, tan nuestra; esa boca cristalina, esa infinita lengua tuya que seducía al mundo entero; te has llevado el amor de quién te haya oído, las lágrimas más secretas de cuantos te han tocado, las risas de las noches de verano. Pero nos has dejado, como capturadas por el tiempo para siempre, tu inmensa fuerza y tu emoción, el sublime y sagrado escalofrío que siente el alma humana al escucharte. Nos has regalado a los ateos el inexplicable misterio del credo, el inimaginable embrujo del flamenco, la inconsciente perfección de tus palabras, de tu asombro, de tu sentimiento. Nos has hecho más humanos, y tú te has ido siendo eterno.

No quiero rebajarte, no eres inmortal. En tu lápida, mañana...ay, qué pronto llegó tu mañana silenciosa! En tu lápida no habrá fechas, porque no naces si no mueres nunca, y tú te has escapado del olvido. Pero si he de aceptar tu abandono, lo haré con las palabras del poeta: "Ay, lo que la muerte ha roto, era un hilo entre los dos" (Antonio Machado). Asesinado, como decía tu Federico, por el cielo, celoso de tu luz y tu imponencia.

Me hiciste tuyo con OMEGA, un monumento de disco del que no se puede hablar en lenguaje humano, que trasciende lo explicable. Sé que es especial para tí, que lo soñaste y lo pensaste; sé que has llorado sobre él, y que por él luchaste. Sé que nació del dolor, del funeral de tu amigo el poeta; sé que uniste al faranduleo granaíno, casi al completo, y que moviste hilos, mares y montañas...¡Uniste a Lorca con Leonard Cohen, maldito genio del Albaicín! Devolviste el poema a Nueva York, y la trajiste a ella a conocer al flamenco. Quizá no lo sepas, Enrique, pero heredaste los sueños del '27: renunciaste a lo real y creaste donde solo había una mísera nada. Eres el traductor de lo inmaterial.


Maestro, tú me has regalado la visión imposible: he llorado con Lorca en las inmensas escaleras, buscando tu Granada entre aristas y albas. Y al volver a casa, encontré tu puerta abierta; como siempre lo ha estado para todos, como lo estuvo para el rock en el OMEGA. Dejaste entrar a Lagartija Nick, y transformaste el flamenco para siempre. Esculpiste en él, para todos nosotros, los poros que acaricia el nuevo sol, las grietas de ventilación de tu arte ancestral.

¡Y qué bien le sentaba a tu montura ese negro corcel de guitarra honda, ese galopar decidido de timbales, platos y bombos! Cómo entendías el tempo de las baladas, de los valses, de la tristeza que se ahoga en cada verso del poeta, en cada nota del judío errante. Porque, según dicen, te alejaste del dogma, y eso te convirtió en un sabio, en el rabino emigrado del flamenco.

Ahora te has ido y yo no sé qué decir. No sé explicar tu grandeza, tu inmensidad. Apenas sí te conocí, desde aquella noche de invierno en Madrid. Tú nunca fuiste uno de tantos, ni siquiera el mejor: tú estabas a parte. OMEGA está en otra lista, en otra dimensión. Porque tú no eres real, Enrique, eres el eco del flamenco en mi interior. Cuado cantas, me rompes, me matas. Tu voz lo invade todo, subyugas con ella al mundo entero, desafías al creador: tu voz lo es todo.

Mañana no habrá luto: volarán por tí dos gorriones rezagados. No habrá despedidas entre tú y yo, solo te diré: "¡Joder, Enrique, has parido el mejor puto disco jamás producido en este mísero país!".

LOWER DENS (Twin Hard Movement, 2010)



El pasado lunes tuve la suerte de asistir, bien recomendado y mejor acompañado, al primer concierto de Lower Dens en Madrid, en la pequeña sala Moby Dick. Un concierto promovido por el Colectivo Piovra, muy bien teloneado por los madrileños The Secret Society. Al final, cuando más inspirados estaban, pensé en lo privilegiado que era por estar viendo tan de cerca, tan íntimamente, a una banda que dentro de poco va a llenar salas mucho más grandes. Lower Dens triunfará, es solo cuestión de tiempo.

Al estar tan cerca de ellos uno se da cuenta de que es gente seria, seguros de lo que hacen; uno se da cuenta del talento innato y de la tremenda presencia de Jana Hunter. El grupo gira en torno a ella, una tejana que hace ya 5 años impresionó a Devendra Banhart con sus composiciones, oscuras e introspectivas, hasta el punto de ficharla para su recién creado sello Gnomosong. Después de un álbum en solitario, Hunter se ha trasladado a Baltimore donde ha formado Lower Dens, una banda que, ceñida a su minúsculo cuerpo, parece hecha a su medida.

TWIN HAND MOVEMENT es un magnífico debut: se nota la mano de un experto como Chris Coady (Beach House, TV on the Radio, Yeah Yeah Yeahs, Grizzly Bear, ...Trail of Dead, etc), capaz de marcar sus trabajos con sello propio, pero permitiendo y fomentando la elaboración de un sonido muy personal. Lower Dens puede recordar a alguno de eso grupos, a Deerhunter o incluso a Wild Nothing. Por momentos tiene la evasión (que acostumbramos a llamar) psicodélica de Bark Psychosis, y otros la fuerza desnaturalizada de Come y el talento bipolar con voz de mujer a lo Throwing Muses o PJ Harvey (en Pitchfork comparan la voz de Hunter con la de Polly Jean).


Se trata de un Cd compacto, sin apenas fisuras, en un tono rasurado de guitarras líquidas y espumosas. El ritmo nunca es demasiado acelerado, ni demasiado lento; simplemente, con el delicado tejer de las guitrras, lo tiñe todo con un filtro azulado, grisáceo; áspero y arisco, pero acogedor. Podría decirse que es una especie de shoegaze muy edulcorado, y podríamos incluirlo dentro del amplísimo espectro del post-rock, pero lo más probable e que Hunter se salga por la tangente. Los músicos como ella (¡Cómo coño se dice, ¿las músicas, las músicos?!) tienen la capacidad de transformarse, de evolucionar y de sorprendernos una y otra vez.

TWIN HAND MOVEMENT es solo el principio de algo que sabemos que va a ser mucho más grande: cuento con que Lower Dens crecerá más y más en cada disco, con que hará temas verdaderamente inolvodables, y con que dentro de unos años pueda hablar del primer concierto que dieron en España con orgullo y, por qué no (siguiendo el estilo de la banda), con algo de soberbia.


KINGS OF LEON



Kings of Leon, King of Tennessee, Kings of the USA!

Desde hace un tiempo vengo asociando el Estado de Tennessee con aquella parte más auténtica y genuina de la cultura y la sociedad norteamericana. No solo por ser la patria de Jack Daniels, fabricante de whiskey y de una deliciosa salsa BBQ, sino por su propia historia. Territorio incorporado tras la Independencia, colonizado por pioneros rudos ya autoconsiderados autóctonos, y secesionado de la Unión en la Guerra Civil, Tennessee encarna a la perfección el espíritu jeffersoniano del buen americano, individualista que cuida de sí mismo y de los suyos: el solitario y emancipado hombre agrario. Un Estado clave en la radiografía sociodemográfica norteamericana. Y los Kings of Leon, como no podía ser de otro modo, son de allí.

La progresión de esta banda de rock sureño ha sido impresionante: uno de los sonidos de la década. Acaban de sacar su 5º Cd, y aún huele la pólvora de su directo en Madrid. En su debut, Youth and young manhood (2003), ya anunciaban que algo nuevo se movía bajo las viejas arenas del country sureño. Canciones como Trani, California waiting, o Dusty unían de la mano el espíritu de Dylan y lo mejor del white soul con la inclinación del sonido norteño de Pearl Jam o los White stripes. Aha shake heartbrake (2004) confirmaba la proyección de Kings of Leon, aunque sigue sin romper los moldes; eso sí, elevaba aún más el listón y significaba una esperanzadora promesa de algo más, de mucho más. Y no defraudaron.

BECAUSE OF THE TIMES es el tercer Cd de Kings of Leon, con el que por fin conectaron con el público nacional (hasta entonces se vendían y escuchaban más en UK). Es algo completamente distinto a todo lo anterior: sutil, brillante, depurado. Frases musicales directas y afiladas, una batería orgánica, universal, esencial en cada segundo de cada canción; guitarras inverosímiles, con sonidos de allende los cielos, y otros que llegan directos de las entrañas: pesadas como yunques y ligeras como plumas. Y con una voz que se rige por leyes propias. Eso es cantar al estilo de Tennessee.


Y es que uno de los secretos de este disco, y del sonido nuevo de Kings of Leon es la inmensa variedad y libertad de movimientos de voz, guitarras y bajo, sobre la imperial construcción de la percusión. El contraste de Knocked up a Charmed muestra el inmenso abanico musical que proponen en BECAUSE OF THE TIMES. El principio del disco es como una lluvia de meteoritos, una sucesión de golpes de enormes y diversos pedruscos perfectamente perfilados y precisos: al menos las primeras 5 canciones tienen vida propia, y bien podrían valer un disco por sí solas (pero no, hay más!). Personalmente me alucina McFearless, porque hace que piense, en la misma canción, en Rage against the machine y en Eddie Vedder. Pero todos los temas de este Cd tienen muchísima personalidad: son anchas como el arco de piernas del mejor cowboy, firmes como las raíces del álamo más alto, y con esa delicada contundencia que, por ejemplo, caracteriza a Ragoo, entre otras.

Más que enmarcables en alguna etiqueta tipo neo-country alternativo, o rock sureño de nuevo cuño, Kings of Leon se definen con la mejor fórmula: a través de su música, con un estilo propio muy trabajado y una gran capacidad de absorción de influencias y de transformación. BECAUSE OF THE TIMES es, según la crítica especializada, su mejor trabajo. Only by the night (2008), el siguiente, no le anduvo muy a la zaga, pero queda para otro post. Son los 8000 de un proyecto que parece haberse estancado con su último álbum, Come around sundown (2010). La banda de los Followill es una pieza clave de esta primera década musical del siglo XXI, y BECAUSE OF THE TIMES, uno de los mejores discos de rock de la misma.




THE TALLEST MAN ON THE EARTH. Madrid, 1-12-2010.



The Tallest Man On The Earth: el pequeño gran hombre sueco.

Pues no, Kristian Matsson no es tan alto. De hecho, el único parecido que le encontré con el legendario Paul Bunyan, el gigantesco leñador que habita en el folclore de la orilla oeste de los Grandes Lagos, fue esa camisa roja de cuadros, remangada por encima de los codos, que tan de moda está entre la gente moderna. Embutido entre unos tejanos ajustados y unos botines marrones en constante movimiento, The Tallest Man On The Earth se estrenó anoche en Madrid, en el Teatro Lara, ante unos 400 espectadores: un entorno acogedor y hermoso donde brilló con especial inspiración la increíble voz de este chico sueco de 27 años que ha revitalizado ese folk que en su día abandonó el gran Dylan.

El sonido de este pequeño teatro resulta impecable para actuaciones de este tipo: un hombre sencillo, solo en el escenario, acompañado por dos o tres pares de guitarras nomás, exhibiendo, con soberbia y total seguridad, la joya de una voz potente pero delicada, una voz que planea y aletea sobre el viento, pero que nace de la humedad de la tierra. Una voz que resulta tan familiar como evocadora de lugares lejanos, lugares que ya fueron interpretados en su día por Woody Guthrie o Pete Seeger. En algo menos de hora y media, The Tallest Man On The Earth demostró por qué hay ya quien habla del renacimiento de folk como uno de los fenómenos musicales más interesantes de principios de siglo. Se trata simplemente de una reinterpretación del entorno local tradicional: los artistas no imitan lo que hacían los grandes de hace 50 años, si no que actualizan la observación de un medio transformado, el mensaje y las formas, respetando, eso sí la esencia estética tradicional.

Kristian Matsson se movió con absoluta comodidad, en un escenario decorado con telas negras, un piano y una silla de madera, y ante un teatro íntimo abarrotado de extranjeros: los suecos se saludaron entre ellos, en la penumbra. El gigante, novato en nuestra capital, probablemente ni se sorprendió por el hecho inusual de encontrar un público que entendiera su constante y divertido parloteo. Al interpretar 'King of Spain', de hecho, los pocos madrileños que allí estábamos, nos sentimos un poco intrusos en una banda sonora de road-trip de alguno de los guiris que, tímidamente, coreaban topónimos y elementos varios de la lengua castellana. Matsson confesó al acabar el tema, un poco avergonzado, que nuca pensó al componerla que llegaría a tocarla en España. Esperemos que el éxito de su carrera vuelva a traerle a nuestro país, porque siempre será bien recibido.

The Tallest Man On The Earth no es un hombre muy alto, pero ayer demostró carácter y personalidad propia, huyendo más que nunca de comparaciones que, si bien pueden resultar halagadoras, terminan siempre por ser odiosas. Con menos sencillez y pudor del que esperaba, el sueco repasó su, hasta ahora, corta producción musical, en un setlist donde no podían faltar 'Burden of tomorrow', 'You’re going back' o 'The dreamer', las más aclamadas junto a 'King of Spain'. No paró de moverse, de sentarse y levantarse, de cabalgar con la imaginación por los parajes que dibujada con su guitarra y su voz afilada. Demostró tanta naturalidad como dominio de su estilo: un acústico de cuya evolución no debemos perder detalle en el futuro. Porque si algo tiene este chico de Dalarna es tiempo por delante, tiempo para desarrollar y refinar su propio sonido, que demuestra hoy grandes influencias, talento y vocación, pero cuyo rasurado clasicismo exigirá aún más entrega y personalidad.

La noche nos dio la posibilidad de escuchar también a Idiot Wind, una atractiva compatriota de Matsson que, acompañada de un piano que acariciaba con dedos de algodón, deleitó al público con media hora de voz, pausada y sensual, que a todos nos hizo pensar en Cat Power. Un regalo extra para los pocos que elegimos, en lugar de los 50 euros de Kings of Leon, los 20 de The Tallest Man On The Earth.

CALLE REAL 70



El hip-hop más auténtico y coherente suele surgir bajo circunstancias sociopolíticas, cuanto menos, adversas. Su origen está íntimamente ligado al despertar de las minorías afroamericanas en EEUU a mediados del siglo XX, y no es casualidad que la vanguardia del hip-hop europeo se haya localizado siempre en las periferias de las primeras grandes ciudades receptoras de inmigración. En Francia, y concretamente en Marsella, han florecido numerosas agrupaciones de calidad, con integrantes magrebíes y temáticas de clásico rechazo social (Fonky Family e IAM a la cabeza).

Un hip-hop procedente de coordenadas poco habituales suele fallar, o por la incoherencia del mensaje, carente de esencia real, o por la producción, pobre o incluso clandestina en lugares donde sí tendría más sentido. Calle Real 70 es un proyecto de hip-hop cubano que salva con creces el primer obstáculo, y con orgullo y dignidad el segundo. Es la Revolución dentro de la Revolución; la nueva poesía subterránea cubana. Un Cd recopilatorio de 14 MCs, reunidos alrededor de Papá Humbertico, que fue presentado hace dos años junto con el documental que muestra cómo se produjo, y la situación real de los músicos de hip-hop en el envejecido régimen castrista.

Pocos de los artistas que participan en este proyecto han lanzado algo al mercado musical internacional; carecen incluso de difusión oficial dentro de sus fronteras. El estudio donde se ha producido Calle Real 70, que pertenece a Papá Humbertico, es semiclandestino. Nada de esto habría sido posible sin el apoyo de una especie de agencia valenciana de comunicaciones, publicidad y pseudoproductora de artes, Mixer de Medios, que también produce el documental. Su distribuición en España no ha tenido demasiada repercusión, pero para los 14 raperos subversivos de la república socialista, ha sido un importante punto de inflexión.

Se tocan varios de los diferentes sub-estilos del hip-hop, aunque las bases tengan bastantes elementos en común. Los trabajos de El Aldeano, de la sensual D'Nay (que recuerda a Lauryn Hill o a Erykah Badu), del Escuadrón patriota, de El B., tienen la huella del trabajo conjunto, de la misma ilusión de hacerse oír más allá de su pequeña y bloqueada isla del sueño idealista. Porque las letras de estos chicos y chicas hablan del ideal panamericanista, de dignidad indígena, de riqueza y orgullo étnico, de derechos humanos, de respeto y tolerancia, de principios; y hablan también de su país, de la realidad de una Revolución que ya no conecta con las nuevas generaciones, que defrauda, y no por motivos económicos o mercantilistas, a los mismos nietos de la Revolución.

La Revolución que ellos protagonizan, dentro de un régimen al que respetan, pero al que exigen cambios, es la de salir a la superficie y hacerse oír; es la de sentar un precedente, la de erigirse como un faro en la oscuridad para proyectos o generaciones venideras. Calle Real 70 es un buen Cd de hip-hop en castellano, que para mí ya es decir mucho; pero es, sobre todo, un coherente grito de dignidad, un canto a la libertad de expresión, y un claro ejemplo del compromiso social que hay, y que ha de haber siempre, detrás de la esencia del hip-hop.


Por los que no están (Papá Humbertico)

Sin título (El Aldeano)

Lágrimas de soledad (Danay)

SILVERSUN PICKUPS



Hay fórmulas que, pese a no ser la más bonita, o la más perfecta, o la que más pasta tiene detrás, triunfan incontestable y justificadamente. Si es verdad que el ser humano es tan racional como irracional, se demuestra en este tipo de casos; en casos como Silversun pickups: la fórmula natural del exito.

(Y aclaremos una cosa fundamental antes de continuar posteando: cuando hablo de exito no me refiero al número de ventas, premios, o aceptación de crítica y público (que también). El mayor triunfo de un grupo de música es, para mí, la creación y el desarrollo de un estilo propio: alcanzar un dominio total sobre la propia creación artística. El exito de Van Gogh fue únicamente interno: perfeccionó su técnica, absorbió influencias, depuró su lenguaje y nunca cejó en su empeño. Alcanzó la excelencia artística, al margen de los demás (para su desespero, eso sí). Ese es el mayor triunfo de un artista, porque cualquier crítico puede encumbrar a cualquier mierda.)

No pretendo comparar Silversun pickups con Van Gogh, pero será gracioso buscarlo en google! El caso es que esta banda californiana tiene una fórmula que les ha permitido triunfar, porque tienen un sonido propio. Los fans sabemos muy bien lo que vamos a escuchar cuando ponemos el Carnavas (2006) o el SWOON (2009); sabemos perfectamente la sensación que producen todas sus canciones, lo que nos va a aportar, y el desahogo que vamos a sufrir. Porque, ante todo, son tremendamente coherentes, en sus dos Cds.

La comparación más repetida es con los Smashing pumpkins. SWOON podría estar repartido entre los más adornados Mellon Collie & the Infinite Sadness, Adore y Machina, y a nadie le extrañaría demasiado. Silversun pickups, al ser más pequeños que Smashing pumpkins, son más limitados pero también más compactos. Un rock oblícuo: entre la melancolía y la arrogancia y el orgullo despechados. Guitarras que, aunque abatidas en vuelo, siguen planeando esperanzadas. Una percusión laberíntica que nos recuerda que el Minotauro sigue suelto, y no solo en las peores pesadillas. Y los arreglos, el teclado y toda esa profunda ambientación, que hacen que los temas nunca te aburran...

SWOON es un disco de rock alternativo, cercano al noise, al space rock, con un sonido heredado del grunge y con pequeñas huellas de dreampop. Es una fórmula, a parte de muy personal (pese a las comparaciones), potente, un poco basada en la atractiva voz de Brian Aubert (muy coreada por Nikki Moninger), y muy directa, con estribillos y finales fuertes e hipnóticos.

Y por si a agluien le interesa, han vendido casi un millón de copias entre los dos Cds, han teloneado a Wolfmother, Snow patrol, Foo fighters, Kaiser Chiefs (presentando Carnavas), a Placebo y a Muse (tras el SWOON), y fueron nominados al Grammy 2009 como mejor artista revelación, aunque perdieron. Todo eso desde el modesto sello californiano Dangerbird Records.


Panic switch

Substitution

The royal we

HIDDEN ORCHESTRA



A priori, todos los géneros musicales pueden llegar a ser mezclados entre sí, ¿por qué no? Ahora, también es cierto que el que mucho abarca, poco aprieta. Partiendo de estas dos bases, escuchemos Hidden Orchestra, el proyecto de Joe Acheson donde pretende fusionar el jazz, post-rock, trip-hop, downtempo, electrónica y música clásica de cámara, y juzguemos si algo así es concebible. NIGHT WALKS es su primer trabajo, producido por el sello británico Tru Thoughts (que hicieron debutar a Bonobo con su Animal magic), y es algo que no se encuentra todos los días.

Hidden Orchestra son escoceses: Tim Lane y Jamie Graham tocan dos baterías a la vez (debido a la influencia de Gene Krupa, el primer batería superstar), Poppy Ackroyd se encarga de teclados y los violines y Joe Acheson, a parte de componerlo todo, toca el bajo y manipula samplers electrónicos. A esto hay que sumarle, para la grabación en estudio de NIGHT WALKS, el cello de Su-a Lee, la trompeta de Phil Cardwell, el corno francés de Marcus Britton, y un saxo soprano, una flauta travesera turca kaval, y una flauta dulce irlandesa low whistles, interpretadas por Fraser Fifield. Acheson, un auténtico hombre-orquesta, dirige todo esto de una manera impensable, aunque con una clara tendencia hacia la electrónica, el downtempo en concreto, y la constante presencia del concepto de grupo de cámara.

Desde luego, el mayor logro en cuanto a fusión, es el temazo que abre el Cd: Antiphon. Sobre una base de trip-hop se desarrolla una estructura que, por momentos, recuerda a cosas de Red sparowes, de Godspeed you! Black Emperor o incluso de Mogwai. A partir de aquí, no hay ni rastro de rock. Acheson se declara fan de Radiohead para justificar su intento de fusión, pero para alcanzar el genuíno estilo de rock etéreo de los ingleses, ese rock elíptico que hasta puede carecer de guitarras, hace falta mucha experiencia en el rock 'n' roll convencional. A Acheson le falta, y se nota.

El rock fuera. El resto de elementos, sin embargo, sí que están más equilibradamente presentes a lo largo del disco. La métrica de sus canciones varía desde el trip-hop y el downtempo hasta algo cercano al drum & bass, pero siempre elegantemente adornada por un abanico instrumental considerable, samplers con sonidos naturales, y la ácida entonación del jazz vanguardista. El resultado es un sonido, por momentos, tremendamente cinematográfico, elegante por lo elevado de la conjunción intrumental y un ejemplo más de que, con el tiempo, sí puede llegar a existir una música clásica posmoderna.

NIGHT WALKS es un disco interesantísimo, sorprendente, refinado y de aire distinguido. Un sonido en la línea del Motion y del Every day de Cinematic Orchestra, y también, aunque con bastante menor habilidad para el jazz, cercano a la sublime propuesta de Portico Quartet, Knee-deep in the North Sea. ¿Electrónica elegante, o jazz modernista?


Dust

Footsteps

Strange

COCTEAU TWINS



Iniesta y yo somos coetáneos del Dream pop.

Cocteau twins
es un grupo de los '80, de los pies a la cabeza, y sin embargo me encanta. Buscando fotos suyas encuentras peinados cardados y alguna que otra hombrera, claroscuros pasados de moda y poses retro que ya nunca serán vintage. Su sonido, sin embargo, tiene mayor amplitud de fronteras temporales que su estética, porque en su día abrieron puertas que otros artistas no sabían ni que existían. Cocteau twins: Robin Guthrie y Elizabeth Fraser (y el bajista Simon Raymonde), los creadores del dream pop.

El exito de este trío escocés está íntimamente ligado a Ivo Watts-Russel (a quien dedican el tema Ivo) y al nacimiento del sello británico 4AD, una de las compañías independientes más importantes del Reino Unido. Cocteau twins, de hecho, es su primer gran producto. TREASURE es su mejor trabajo, el tercer disco de estudio, pero el primero donde exponen su doctrina musical, mucho más perdurable que las hombreras y la estética, en general, de los '80.

Lo que proponen Fraser-Guthrie-Raymonde a partir de este disco es bien sencillo. Sus primeros dos Cds, Garlands (1982) y Head over heels (1983) son claramente enmarcables entre el post-punk y el dark wave, un sonido algo gótico, oscuro y áspero, creado en base a la percusión de un equipo Roland 808, al marcadísimo bajo de Guthrie y a la extraña y adictiva forma de cantar de Liz Fraser. Pese a que Head over heels ya es un avance con respecto al sonido hueco de su primer trabajo, la auténtica revolución llegaría en 1984 con TREASURE: la creación de un decorado, de un ambiente. Cocteau twins encendió la luz en la habitación del post-punk, del rock crudo de principios de los '80. Otorgan tridimensionalidad a una línea musical, la que practicaban, carente de decorado, de espacio interior y de un "alrededor". Cocteau Twins rellena las estancias de diferentes luces y sombras, de texturas inimaginables, de un aire poroso y opaco que crea figuras de humo con el paso de la luz.

Con TREASURE nace el dream pop, algo que Mecano también hizo a su manera. Es la ensoñación del pop, porque toda imagen propuesta está extrañamente dilatada, destemplada caóticamente. Porque el decorado que montan es tan digno como inestable. Es pop, al fin y al cabo (el post-punk ha quedado muy atrás), con melodías abiertas y ritmos complacientes, pero un pop onírico e irreal, por lo que puede permitirse cierta dosis de oscuridad, de sombras abruptamente proyectadas, de reflejos escurridizos de fuentes nocturnas y de ecos tintinados que engalanan la increíble voz de Liz Fraser.

No sabría cuantificar la influencia de este grupo en la cultura musical de los últimos 25 años, pero la técnica de canto de Fraser, envidiada e imitada hasta la saciedad, y las originales composiciones y atmósferas creadas por el trío, fueron una auténtica referencia en su sector musical durante el resto de la década. Lo que siguió al TREASURE es mucho menos impactante, son tímidas réplicas del terremoto del '84. Sacados de la década que les vio nacer, su fuerza decae definitivamente, pero siempre serán una parada irrechazable cuando volvamos a los '80.


Cicely

Amelia

Persephone

ARCADE FIRE. Madrid, 20-11-2010.



Arcade Fire: el mejor directo del mundo.

Eran las 9 de la noche, y el Palacio de los Deportes de Madrid, ya casi al completo, esperaba ansioso la aparición de uno de los grupos de rock más aclamados del momento. Faltaba aún media hora, pero nadie quería perderse ni un acorde; la expectación se respiraba en un ambiente de comprensible sobreexcitación. Normal, pues finalmente nadie saldría defraudado, nadie saldría sin el rastro de una sonrisa, sin el ritmo sin tregua integrado en sus andares, sin un coro celestial de rock independiente pegado a su memoria. Por fin, a las 21:45, con algo de retraso y un pabellón totalmente abarrotado y preparado solo para lo mejor, dio comienzo el impresionante recital de Arcade Fire: la banda más en forma del momento.

Lo de la otra anoche fue una auténtica avalancha de música indie, de principio a fin; de rock barroco, de talento, vitalidad y energía; un despliegue de lo mejor y más deseado de esta formación orquestal y coral fundada por el matrimonio Butler-Chassagne. Desde la publicación de su tercer álbum, The Suburbs, el 2 de agosto, Arcade Fire no han parado. Recorrieron los festivales de verano en Europa y Norteamérica, y tras un mes de descanso, vuelven en otoño a nuestro continente para una corta gira que comenzó ayer en Madrid. Como viene siendo habitual, dieron comienzo al show con 'Ready To Start', y ya desde entonces se metieron al público en el bolsillo.


Un comienzo arrollador donde también sonó 'Month Of May', 'Laika' y la deliciosa 'No Cars Go', coreada por los 15.000 asistentes. Los ocho componentes del grupo llenaban el escenario con absoluta comodidad, y el Palacio de los Deportes se les quedó pequeño. El intercambio de instrumentos, las bromas y guiños a Monthy Pyton y el delicado bailoteo de Regine Chassagne, protagonista en 'Haití' y 'Sprawl II', fueron, de nuevo, santo y seña de esta banda de Montreal. El ritmo se calmaba, y la puesta en escena, limpia y cálida, creó un ambiente de absoluta comunión. Tras 'Modern Man' y 'Rococó', Win Butler retomó las riendas interpretando al piano 'The Suburbs', elegante y de impecable sonido. La conjunción instrumental de este grupo es algo insuperable, sublime.

Es una banda muy unida, donde reinan la alegría y la espontaneidad al servicio del talento. Tras una hora de concierto, y después de 'Crown Of Love', ese talento se descubriría en toda su grandilocuencia. 'Neighborhood #1 (Tunnels)' volvió a levantar al público como si fuera un enorme manto movido por el viento. Empezaba un proceso catártico: la gente coreaba encandilada, y ellos se lo pasaban en grande. 'Keep The Car Running' puso en pie hasta a los asientos; nadie olvida una zanfona en directo. Habían decidido acabar pronto, pero hacerlo a lo grande: 'We Used To Wait', 'Power Out' y 'Rebellion' como falsa despedida. Pocas veces he visto a un público tan unánimemente entregado, tan empapado de energía y felicidad como durante ese falso último tema.

ara el bis solo dejaron 'Intervention' y, cómo no, 'Wake Up', su último gran himno. El público, elevando al unísono los brazos, parecía una inmensa pradera en movimiento, cebada agitada por el viento, por una ráfaga impagable de extraordinario y glorioso rock. Arcade Fire son ya un grupo de culto, élite musical de esta década; noches como la del otro día así lo corroboran, porque dejan huella. Prácticamente inclasificables pero inconfundibles.

Lo único malo del concierto fue el sonido, que no satisfizo a todos por igual, la escasa aunque intensa hora y media que duró el recital, y el hecho de que el final, dado el ritmo que adquirió el espectáculo, no acabara de manera más mágica: esperaba que el grupo se elevara durante 'Intervention', y desapareciera en un brillante chasquido, en un éxtasis explosivo del mejor rock en directo del mundo. Madrid elevó, anoche, a Arcade Fire al Olimpo de la música; un éxito sin precedentes, previsible, eso sí, desde que en agosto se agotaran las entradas. Compadezco al que se lo haya perdido.


AFGHAN WHIGS



De pioneros y visionarios.

En todos los movimientos sociales, incluídos los culturales y, dentro de ellos, en todos los movimientos musicales, podemos identificar a una serie de pioneros que, con el tiempo y cierto éxito, han acabado siendo considerados visionarios. El grunge, por ejemplo, no habría sido el fenómenos que fue sin la apuesta que en su día realizó el sello Sub pop. Fundado en 1986 en Seattle, sus primeros años se caracterizaron por lanzar al mercado a artistas como Mudhoney, Soundgarden o Nirvana: la florinata de la escena local. Ninguno duró demasiado de todas formas, en un sello que nunca pasó de modesto.

Pues bien, Afghan wighs fue la primera banda de fuera de Seattle que fichaba por esta discográfica impulsora del grunge. Procedentes de Cincinnati, Ohio, y con galopantes problemas internos, Afghan whigs, que no fueron excesivamente apreciados en su momento, han ido acrecentando la concepción que se tiene de ellos como un grupo de culto del rock americano. Se separaron en 2001, tras un largo período de decadencia interna. No obstante, nos dejaron dos discos maravillosos: GENTLEMEN (1993) y Black love (1996), una vez que Sub pop cedió al ya maduro grupo a una discográfica grande como era entonces Elektra.

El sonido de Afghan whigs, por lo tanto, debería ser fácilmente enmarcable, con claras coordenadar geográficas y temporales. Sin embargo, no es un grupo 100% grunge, ni mucho menos. Lo que más me gusta del GENTLEMEN es que detrás de cada canción se esconde una balada; los ritmos son mucho más delicados y la textura infinitamente más suave, limpia y cuidada que las de cualquier banda genuinamente grunge. En cierto modo anticiparon, antes de su defunción definitiva, la evolución de la escena: hacia ese pesado y sentido rock alternativo, de profundos orígenes enraizados en Seattle, en la maravillosa Era Nirvana (1987-94). Una evolución que Chris Cornell (Soundgarden, Temple of the dog y Audioslave), por ejemplo, completó el 1999, con su interesantísimo Euphoria morning.

When we two parted, Be sweet o Now you know, por ejemplo, combinan a la perfección ese comedido desgarro de la voz, y el rasgueo de guitarra deambulante, callejera, nocturna, rechazada y herida. Que Debonair fuese su primer single denota la intención de un sello, Elektra, que fichaba a una banda grunge, que no se sentía cómoda siéndolo, sonando así. El segundo single, What jail is like, caracteriza mucho mejor a Afghan whigs.

Coros y voces femeninas, esporádicos arreglos de piano, ritmos variados y coherentes y una técnica envidiable hacen del GENTLEMEN una referencia, hoy en día, dentro del rock alternativo americano. Como pasa con el buen vino, el sonido de Afghan whigs ha reposado durante años para convertirse ahora en algo paradigmático.


Debonair (live)

Be sweet

What jail is like

EARLY DAY MINERS



El lento transcurrir.

La zona de los Grandes Lagos pasa por ser, actualmente, uno de los epicentros más activos de la música independiente, tanto a un lado como al otro de la frontera. En concreto, en Bloomington, Indiana, se concentra un importante número de sedes de sellos, entre los que destacan Jagjaguwar y Secretly Canadian. Precisamente con esta última discográfica, los también nativos de esta pequeña cuidad, de menos de 80.000 personas, Early day miners, han hecho carrera dentro de la esccena slowcore en esta última década.

Hablar de este colectivo musical (así se definen ellos mismos) es hablar de un concepto sonoro relativamente poco conocido y, en general, poco valorado por la crítica. El slowcore o softrock se define con su propio nombre. Melodías lentas, guitarras sutiles, voces susurrantes, y capas y capas de texturas delicadas, suaves y tímidamente melancólicas. ALL HARMS ENDS HERE es, de entre sus seis discos de estudio, el mejor trabajo de esta banda norteamericana. En cierto modo, es el menos previsible de todos, el menos "paisajístico". El ambiente creado en él es más dinámico, profundo, real y es, seguramente, el álbum más narrativo. El ritmo, en general, sigue imitando el tik-tak de un gran reloj de pared, el latir pausado del corazón, el lento transcurrir de la vida misma.

Sin embargo, casi todos los temas se reservan para el final una variación, un solo flotando, lleno de dignidad y emoción, o un amargo requiebro hacia lados más oscuros donde, con la mirada y desde lejos, desmadejan el nudo del shoegaze. ALL HARMS ENDS HERE, junto con su siguiente Cd, Offshore, representan el punto cumbre de Early day miners. Éste último, coqueteando, sin salirse del slowcore, con formas muy originales de pop-rock progresivo. No obstante, precisamente al no tener ese leitmotiv recurrente, ALL HARMS ENDS HERE, acentúa e individualiza más cada canción. Éstas denotan mucha más personalidad, se notan más cuidadas, con texturas impregnadas de deliciosos arreglos florales, rebosantes de armonía: son un derroche de paz traducido en música.

Se trata de un Cd que irrevocablemente nos sugiere soledad. Tal vez sea por esa hipnótica capacidad que tiene para aislarnos del resto del planeta. O tal vez sea porque su sonido nos conecta directamente con la parte más dolida de nuestro ser, con la más vulnerable. Y porque la suave caricia, las sutiles pinceladas, y la envultura, tupida y tierna de su música nos basta para arroparno, precisa y solamente en soledad.

Cualquier parentesco con grupos como The american analog set, Low o los Arab strap del Philophobia son meras coincidencias. Coincidencia, eso sí, basada en la defensa y práctica de un mismo concepto musical: un rock introspectivo, que crece hacia dentro, pero que nos puede hacer viajar, con la mente y la evasión, exactamente a dónde queramos.


We know in part

Townes

All harms

LUSH



El efímero paso por el punto medio.

En 1996, en pleno apogeo del britpop, apareció el cuerpo de Chris Acland, batería de Lush, ahorcado en casa de su madre, último escondite de retiro y pozo de la depresión. Año y medio después la banda murió con él. Desaparecía así uno de los eslabones más importantes del puente, colgante, desenfocado y tenso, que unía el shoegaze con el pop (en la Era Nirvana, 1987-1994). Nos dejaron tres LPs, digna muestra de una clara evolución, y testigos clave del poder de influencia que el britpop, poco a poco, fue ganando en los primeros '90, fundamentalmente en Reino Unido. Las inofensivas sombras van desapareciendo de Lush, y el muro de sonido áspero (aunque nunca lo fue demasiado) va cediendo.

SPLIT, editado en 1994, es su segundo Cd: el poso necesario, el interfaz ineludible (si se me permite la terminología arqueológica). Porque, pese a la soberbia producción de Robin Guthrie (Cocteau twins), el sonido de Lush en Spooky, su primer LP, aún no está del todo definido. Es un compendio de buenas intenciones, pero de exagerada idolatría de calzador. Se nota que no desarrollan del todo su propia música: son el producto de la producción. SPLIT, sin embargo, concreta el medio-proyecto de Lush, asienta su propio concepto musical, convirtiendo su sonido en algo categóricamente bien definido: el perfecto axioma del dreampop.

El dúo de voces de Miki Berenyi y Emma Anderson (tras la marcha de Meriel Barham a Pale saints) sigue en el centro de la composición, en la que ambas se alternan, pero la relación entre melodía instrumental y vocal ha mejorado claramente. En el SPLIT, la larga sombra de Liz Fraser (cantante de Cocteau twins) se ha disipado. Ahora Berenyi y Anderson, como también venía haciendo Dolores O'Riordan, provocan una sensación bien distinta: son el sonido de una actitud más amarga, del conocimiento de un miedo ya irreductible hacia el abismo de la modernidad. Recordarían más al primer Cranberries, al del Everybody else is doing it, so why can't we?, si los de Limerick no padecieran tanto la anestésica influencia de U2, si no fueran tan irlandeses. Lush mantiene un suspense mucho mayor en el SPLIT. Y, fundamentalmente, aun siendo de los mejores ejemplos de dremapop, de pre-britpop, hace gala de ser un disco bastante rockero (sobre todo en Blackout y Undertow); potente y delicado, pesimista y luminoso: una música lúgubre y abovedada.

SPLIT es una foto fija, colgada en la pared de la nostalgia, que muestra uno de esos estilos que, en la antesala de los '90, comenzó la dilatación de las fronteras del pop y del rock. Poco más tarde volvería la contracción. De hecho Lovelife, su siguiente y último trabajo, se mueve por un terreno mucho mas angosto, reduciendo y subordinando la amplitud conceptual de su estilo al fuerte oleaje del britpop.

7 meses después del lanzamiento de su último álbum sobrevino la desgracia. Lush, paradigma de ese delicado dreampop, siempre en peligro de extinción.


Light from a dead star

Hypocrite

Undertow